martes, 26 de mayo de 2015

Cuatro pasos para mejorar la situación financiera de tu negocio


¿Sabes cuánto has facturado el mes anterior? ¿Cuánto gastaste?¿Ha crecido tu empresa en los últimos meses? Llevar la contabilidad al día es uno de los pilares fundamentales para optimizar la funcionalidad de la empresa y conseguir el crecimiento de la misma. 

Separa tu economía personal de la de la empresa

En muchas ocasiones, sin apenas darnos cuenta, contamos tanto con el dinero personal como del dinero de la empresa para realizar ciertos pagos imprevistos. Al separar ambas economías nos permite conocer de forma precisa cómo va la empresa, saber específicamente cuáles son los gastos que se ejecutan, en qué podemos recortar o qué facturación necesitamos para cubrir gastos e ingresar al mismo tiempo. Por otro lado, lo personal no se verá influido por lo profesional y así la economía doméstica no se verá afectada. Israel aconseja tener dos cuentas para la empresa: una destinada al flujo de caja y otra con la cantidad necesaria para pagar los impuestos. Además de todo ello, es esencial determinar el porcentaje de dinero que se designará a cada uno de los gastos. El profesional los divide en tres: los fijos, como el alquiler y material; los personales, como la ropa necesaria para presentaciones; y los gastos mixtos, como puede ser el coche o el teléfono que se usan tanto en la vida personal como profesional. En este último caso, es fundamental saber qué cantidad vamos a coger de nuestras arcas de la empresa y cuáles de las propias. Así la contabilidad estará dividida, organizada y nuestra vida personal no se verá influenciada.

El foco principal es la facturación

Recortar en gastos puede suponer cierto ahorro o una pequeña mejora en la facturación. Pero al ser pequeñas empresas esto supone una variación ínfima por lo que los cambios no son relevantes. Lo primordial será centrarse en crear facturación, es decir, en generar más clientes, y para ello deberemos conocerlos en profundidad.

Analiza a tu cliente

Una vez que la empresa ya haya sacado su producto o servicio al mercado y comience a generar consumidores habrá que analizar sus respuestas. De la totalidad de los clientes se deberá escoger el 20% más efectivo, es decir, los que están siendo más rentables y buscar sus características comunes. Analizar sus sentimientos, qué es lo que realmente les aporta el producto o servicio, cómo se podrían sentir aún más beneficiados, cómo se podría incrementar su utilidad... Con todo ello crearemos un perfil de ‘cliente ideal’ para saber a qué público enfocarnos y tener la certeza de que su respuesta será positiva. Así, no sólo aumentaremos las ventas y optimizaremos nuestro producto sino que sólo se destinará el esfuerzo, tiempo y energía a clientes que aportan beneficios y dejaremos atrás a aquellos que no son rentables. Tras la criba, nuestra empresa estará más optimizada y tendremos mayor posibilidad de éxito.

Prepárate para las vacas flacas

Para permanecer en el tiempo, generar confianza y seguridad en nuestros trabajadores y en nosotros mismos, es imprescindible tener un colchón que respalde aquellos momentos en el que las cosas no vayan según lo previsto. Por lo tanto es necesario ahorrar. Para conseguirlo habrá que determinar desde un primer momento qué porcentaje queremos retener. Israel aconseja al menos un 10% de la facturación y retirarlo de la cuenta general de la empresa antes de realizar los pagos mensuales. De esta manera ajustaremos los gastos en base a lo que dispongamos y, asimismo, excluiremos aquellos que son superfluos. El resultado es, de nuevo, una empresa más optimizada y rentable

Fuente: La Razón


jueves, 14 de mayo de 2015

¿Debemos ahorrar para ser felices?

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Es conocida de sobra la frase el dinero no da la felicidad, y, más aún, la coletilla pero ayuda a conseguirla. España ha acumulado una serie de años en los que gran parte de los hogares españoles han sido castigados económicamente. La crisis financiera ha puesto en una situación delicada a los bolsillos de una buena parte de la población, ha causado un descenso de su calidad de vida y la tasa de ahorro de los hogares también se ha visto afectada: en 2014 se situó en el 9,8% de la renta disponible, según los últimos datos delInstituto Nacional de Estadística (INE), una disminución de 0,6 puntos respecto al año anterior. Sin embargo, con las expectativas de recuperación económica, el consumo está tímidamente volviendo a repuntar. ¿Qué relación existe entonces entre el ahorro y la felicidad?

La libertad financiera da la felicidad

No el dinero en sí, sino la seguridad de tenerlo en caso de necesitarlo. Eso es lo que Luis Pita, autor del libro Ten peor coche que tu vecino, entiende por libertad financiera: cuánto tiempo podrías seguir sin bajar el nivel de vida una vez que dejes de tener ingresos. En resumen, la felicidad es poder contar con un colchón financiero que salvaguarde tu economía en caso de imprevistos.
Ahorro y felicidad por tanto van de la mano en el momento en el que se lleven a cabo las acciones necesarias para conseguir reunir ese colchón. Uno de los pasos que se apuntan en dicho libro es el de “preahorrar”, que no es ni más ni menos que guardar el 10% de la nómina de forma automática en cuanto se recibe, dando la orden al banco de realizar una transferencia automática que aparte ese dinero. Otro de los pasos es gastar en aquello que realmente se necesita, es decir, prescindir de los gastos innecesarios. Por último, y no por ello menos importante, pon a trabajar a tu dinero: piensa y reflexiona muy bien en qué productos depositar tus ahorros para obtener rentabilidades atractivas sirviéndote de la ayuda de un buen asesor.
En conclusión, se puede decir que cuanto mayor sea el ahorro y menor la incertidumbre, se gana en tranquilidad, la libertad financiera aumenta y por lo tanto somos más felices.
Otro libro en el que se relaciona felicidad y ahorro es Ahorra y sé feliz, de Tomás Pulido, en el que se exponen 350 trucos e ideas con los que poder ahorrar y conseguir ser más feliz.

España, entre los 40 países más felices

Según el Informe Mundial de la Felicidad 2015, realizado por expertos a instancias de Naciones Unidas, España se encuentra en el puesto 36 de los países más felices, siendo Suiza el líder del ranquin, seguido por Islandia, Dinamarca, Noruega y Canadá. En el otro lado de la clasificación, los lugares más bajos los ocupan Togo, Burundi, Siria y Benín.
El informe valora distintos factores, como el PIB, la calidad de vida, la esperanza de vida, la libertad de los ciudadanos para tomar decisiones, los ingresos o la actuación de las instituciones. También influyen factores emocionales —tristeza, preocupación buen humor, seguridad, depresión, etcétera…—. Todo afecta para definir la felicidad, inclusive el nivel económico: se podría decir que no se puede ser felices si se tienen carencias, por pequeñas que sean

Fuente: El País

martes, 12 de mayo de 2015

¿Harto de perder el tiempo? Ahora puedes venderlo





La creatividad todavía no ha encontrado techo. Y el mundo de las aplicaciones móviles, tampoco. Fairtime es una aplicación española, de momento sólo disponible para Android, que te permite vender esos ratos muertos que pasas esperando al autobús, en la cola del súper o en la sala de espera del médico.
La idea es innovadora y tremendamente simple. El usuario se descarga la APP, rellena un cuestionario con sus gustos y aficiones y tiene la opción de vender unos minutos de su tiempo, de su atención, a las marcas que encajen con esos gustos. Hay tres opciones: se puede vender 3, 5 o 10 minutos.
El funcionamiento es sencillo. Tú estás esperando al autobús y en vez de escuchar música, por ejemplo, pulsas la opción de vender tres minutos. En ese momento, recibirás un máximo de cinco solicitudes de marcas que se hayan interesado por tu perfil -porque encajas en su nicho de mercado- y te harán una oferta con la cantidad que están dispuestas a pagarte por tu tiempo. Tú eliges la que quieres.
¿Y se puede ganar mucho dinero? Depende de la oferta de las marcas, pero si lo haces con asiduidad, seguro que te da para un capricho al mes. Cuando llegas a los 10 euros ganados, Fairtime te ingresa la cantidad en la cuenta que les facilites. Lo bueno es que se paga en metálico. Nada de descuentos, ofertas o trucos similares.
Las marcas sólo ven tu perfil, así que tu identidad no queda expuesta. Eso sí, debes rellenar sus cuestionarios hasta el final. Igual te resulta engorroso, pero por eso estás cobrando por tu tiempo.
"Las marcas buscan contactar con las personas que responden al perfil concreto para el que han creado su producto o servicio, su público. Su interés es poder acceder a esas personas en concreto y poder hacerlo en un momento en que la persona pueda y quiera prestarle atención", explican desde Fairtime.

También puedes hacer voluntariado

Además de vender tu tiempo, puedes donarlo. La aplicación permite una segunda opción, que es poner tu tiempo a disposición de una ONG y hacer micro voluntariado.
"El objetivo de Fairtime con las ONG es ponerles en contacto con personas que puedan ayudarles en su actividad. La suma de pequeños momentos de muchas personas es una gran fuerza de trabajo para ayudar a una ONG! Para qué se usa dependerá en cada caso de la ONG a quien se lo dones, y quedará explicado en su solicitud por tu tiempo", apuntan.
"La monetización del tiempo muerto de las personas es una tendencia que va más allá de la productividad y permitirá descubrir auténticos yacimientos de riqueza en beneficio de las personas, de las marcas, de ONGs, entre otras entidades", indica Ignacio Linares, CEO de Fairtime.

Miramos el móvil 150 veces al día

Ya estamos tan acostumbrados a él, que casi ni nos damos cuenta de nuestra dependencia. Pero por si no lo sabías, miramos nuestro teléfono una media de 150 veces al día. A veces, hasta de manera inconsciente.
Y todo ese tiempo que perdemos tiene consecuencias. Según el Estudio Fairtime: Productividad y Móviles 2015, si hiciéramos productivo nuestros ratos muertos, el PIB español podría llegar a crecer hasta un 6,55%.
Fuente: El Mundo. Blog de @MarcosIriarte

lunes, 4 de mayo de 2015

Un camino repleto de baches




En un país como el nuestro donde no existe cultura del emprendimiento, hasta ahora eran pocos los jóvenes que se atrevían a un montar un negocio, y los que lo hacían eran mirados como bichos raros por lanzarse a una aventura no exenta de riesgos. La crisis, sin embargo, golpeó con fuerza a este colectivo y provocó que a algunos de los que nunca se les había pasado por la cabeza emprender adoptaran esta salida. Eso sí, más obligados por las circunstancias, al no encontrar trabajo, que movidos por el deseo de llevar adelante un proyecto personal.
Aunque, poco a poco, las cosas parecen estar cambiando. Cada vez más jóvenes se animan a montar su propia empresa, sostiene Ángel Monroy García, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). "Entre la juventud española se empieza a contemplar el emprendimiento como una alternativa sólida y no coyuntural al desempleo", explica.
"La falta de financiación, las trabas burocráticas y el miedo al fracaso" son las principales dificultades con las que se encuentran los emprendedores, sostiene Monroy García. Frente a estas barreras, los que se deciden a intentarlo lo hacen por la ilusión de hacer algo propio (67%), por la necesidad de tener independencia personal (47%) o porque han detectado una oportunidad empresarial que creen puede tener éxito (43,7%), según la II Encuesta Adecco Jóvenes Emprendedores.

Miedo al fracaso

Este mismo estudio sostiene que a uno de cada tres jóvenes españoles les gustaría emprender, pero un 77% lo considera muy difícil. La falta de capital es el argumento esgrimido por la mayoría (un 47%), aunque un 14,4% desconoce los trámites a seguir, un 13,7% los impuestos que debería pagar y un 28,2% admite no tener una idea clara sobre qué podría tener éxito.
Además, el temor a fracasar paraliza muchas de estas iniciativas."Todavía se estigmatiza a quien ha puesto en marcha una empresa y no ha salido bien", asegura Monroy García. "En otras sociedades más emprendedoras, los bancos valoran positivamente los fracasos anteriores", y le dan a la persona que fracasó, pero que tuvo la valentía de intentarlo, una nueva oportunidad.
"El déficit de cultura emprendedora en nuestro país es tradicional y la aversión al riesgo tiene demasiada querencia todavía entre nosotros", añade el presidente de AJE, que propone cambios en el sistema educativo para fomentar el emprendimiento. A los jóvenes en edad escolar no se les plantea la posibilidad de trabajar por cuenta propia; ni se les enseña cómo se crea una empresa como ocurre en otros países como EEUU donde la cultura emprendedora está mucho más arraigada.

Educación emprendedora

Desde La Caixa se han propuesto cambiar esta dinámica. Durante este curso recorrerán más de 1.000 colegios españoles para enseñar a los alumnos que existen otras opciones como la de trabajar por cuenta propia montando una empresa.
Los estudiantes aprenderán a diseñar un modelo de negocio viable, cuál es la mejor manera de darlo a conocer, construirán un prototipo y lo testarán para ver que es posible llevar adelante su proyecto.
Desde AJE también han puesto en marcha diversas iniciativas para impulsar la educación emprendedora en los más pequeños a través del juego. En un evento celebrado el pasado febrero, niños de entre nueve y 12 años aprendieron habilidades como la creatividad, el trabajo en equipo, el liderazgo, la comunicación o la capacidad de resolución de problemas y lo hicieron de un modo lúdico.
Se trataba, según Ángel Cámara, CEO de Piensa, Piensa, empresa de servicios educativos que participó en el evento, de que "descubrieran el valor de atreverse a tener un sueño y a confiar plenamente en que pueden alcanzarlo".
Fuente: El Mundo